
Trasladamos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación las prioridades del sector ecológico
julio 23, 2025¿Qué nos impide consumir lo que tan bien producimos?
Una reflexión sobre por qué España lidera la producción ecológica pero no el consumo
Cada vez que viajo por Europa y comento que España es el país con mayor superficie agraria dedicada a la producción ecológica de toda la Unión Europea, la reacción suele ser de admiración. Sin embargo, cuando añado que nuestro consumo interno no alcanza ni el 4% de cuota de mercado, y que estamos a años luz de países como Dinamarca, Austria o Alemania, la expresión se convierte en perplejidad. ¿Cómo es posible que produzcamos tanto y consumamos tan poco? ¿Cómo puede ser que tengamos más de 58.000 productores certificados, pero que el gasto per cápita no llegue a los 65 euros anuales, frente a los más de 200 euros en Francia o los más de 300 en Alemania?
La respuesta no es sencilla, pero sí urgente. Porque detrás de esta paradoja se esconde una oportunidad histórica que no podemos dejar escapar. España tiene los mimbres, el conocimiento, el talento humano y la trayectoria para ser una potencia no solo en producción ecológica, sino también en consumo, innovación y transformación del sistema agroalimentario. Pero necesitamos un cambio de rumbo. Como representante de una empresa familiar con más de 250 años de historia y como vicepresidente de ASOBIO, he podido ver de cerca las luces y las sombras de nuestro sector. Y si algo tengo claro es que, si no equilibramos producción y consumo, perderemos competitividad e hipotecaremos nuestro futuro a nivel agrario, social y climático.
¿Qué nos frena?
Primero, el precio. Aunque la brecha con lo convencional se ha reducido notablemente, sigue habiendo percepción de que lo ecológico es «para unos pocos». Y no debería ser así. En un contexto donde el gasto sanitario se dispara por enfermedades vinculadas al modelo alimentario, apostar por una cesta de la compra más sana y sostenible es una inversión, no un lujo. Es por eso que desde ASOBIO llevamos años reclamando un IVA superreducido para los productos ecológicos certificados. Otros países ya lo aplican con éxito. Aquí seguimos esperando.
Segundo, la disponibilidad. Hoy, el canal especializado sostiene gran parte del consumo ecológico en España. Sin embargo, en los lineales de las grandes superficies, la oferta sigue siendo escasa, desigual y, en ocasiones, confusa. Aumentar la presencia de productos certificados, con la Euro Hoja como aval claro, es clave para acercar lo ecológico al conjunto de la sociedad. Necesitamos políticas públicas que incentiven fiscalmente a quienes apuesten por una cesta básica ecológica en todos los canales de venta.
Tercero, la falta de un plan. España aún no cuenta con un plan nacional de producción, distribución y consumo ecológico, a pesar de las recomendaciones de la Comisión Europea y del compromiso que ya han asumido países de nuestro entorno. En ASOBIO lo hemos dicho alto y claro: necesitamos una estrategia de país que promueva la conversión ecológica con ayudas efectivas, que incentive el consumo en restauración colectiva, que regule términos como «sostenible» o «regenerativo» para frenar el greenwashing, y que invierta de forma decidida en formación, asesoramiento técnico y relevo generacional. Y, por supuesto, una gran campaña de comunicación a nivel nacional, continuada, dedicada a la divulgación de los beneficios de consumir productos ecológicos y al reconocimiento por parte de la ciudadanía de la Euro Hoja como garantía.
Y ahora, ¿qué?
Las tiendas como Herbolario Navarro llevamos décadas demostrando que otra manera de alimentarse y producir es posible. Somos testigos del cambio cultural que vive la sociedad. Pero solos no podemos. Hace falta visión política, compromiso institucional y una narrativa valiente que devuelva a lo ecológico su verdadero significado: garantía de salud, justicia social y sostenibilidad económica y ambiental. El pasado junio visité el Congreso de los Diputados, junto con representantes del sector ecológico, para trasladar estas ideas. Salí con una mezcla de esperanza y preocupación. Esperanza, porque hay sensibilidad y voluntad. Preocupación, porque seguimos sin hoja de ruta concreta. No basta con reconocer el valor del sector ecológico: hay que protegerlo, potenciarlo y ponerlo en el centro de las políticas agroalimentarias.
Porque el futuro del campo español, de nuestra salud y del planeta depende en gran medida de lo que pongamos en el plato. Y España, que ha liderado durante años la producción ecológica en Europa, no puede resignarse a ser solo un exportador. Tenemos que convertirnos en un país que consume lo que produce. Por responsabilidad, por sentido común y por justicia con quienes cada día trabajan la tierra con conciencia, respeto y visión de futuro.
Autor: José Navarro, Propietario de Herbolario Navarro y Vicepresidente de ASOBIO
- Artículo publicado en Bio Eco Actual | Edición de Septiembre de 2025